Suele pasar que, a principios de septiembre e inmediatamente después de la vuelta de vacaciones, todo aquello que había pasado desapercibido a nuestro juicio durante el verano vuelve a ser relevante. A veces, hasta preocupante. ¿A qué nos referimos en términos de belleza? Pues, por ejemplo, a que ese rubio dorado que en julio nos parecía favorecedor, ahora resulta ser un pelo quebradizo y reseco. Que ese rubor en las mejillas que tanto nos gustaba tener después de horas y horas de playa, es hoy un compendio de manchas en la piel. Y que ese estado de relajación en el que veníamos viviendo - descuidar la rutina facial, desmaquillarnos por la noche... - ha dado como resultado que nuestra piel demande una limpieza de cutis urgentemente.
¿Qué es una limpieza de cutis?
Este tratamiento facial que debe realizarse en un centro profesional consiste, como su propio nombre indica, en una limpieza profunda de la piel del rostro. Según relata un centro especializado de Madrid, "la limpieza facial tiene como objetivo conseguir la regeneración de la piel a través de la eliminación de células muertas que se encuentran en las capas superficiales del rostro".
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Es, además, un tratamiento que requiere de una personalización y de ser abordado de forma individual. ¿Por qué? Pues porque cada piel es diferente y tiene necesidades distintas. Es por ello que antes de empezarlo, la especialista y la 'paciente' deben establecer una conversación previa y, a partir de ahí, un protocolo de actuación. La limpieza suele incluir eliminación de puntos negros, exfoliación, hidratación, mascarilla revitalizante... Algunos centros de estética utilizan, por ejemplo, cierta aparatología para optimizar resultados.
¿Qué beneficios tiene para la piel?
Según los centros consultados, los principales beneficios (visibles) de la limpieza de cutis es, además de la desintoxicación y la evidente limpieza en profundidad, la mejora de la elasticidad, la regeneración celular, el aporte de luminosidad, la disminución de las arrugas. En resumen, una piel visiblemente más saludable y joven. Es también interesante mencionar que, después de una limpieza profunda, los productos faciales podrían tener un efecto más visible y óptimo en la piel del rostro.
¿Cómo mantener una limpieza adecuada en casa?
Como relatábamos en este mismo blog hace unos meses, mantener una limpieza cutánea en casa es posible aunque requiere de constancia, de perseverancia, de paciencia y de productos adecuados. En ese 'neceser' perfecto para una higiene correcta y profunda, los expertos recomiendan tener y utilizar: desmaquillante (en el caso de que utilicemos maquillaje), limpiador facial (ya sea en aceite, en espuma, en gel...), tónico facial para refrescar y restablecer el pH de la piel, esencia facial... Todos estos productos serían previos al tratamiento hidratante habitual. Ya sabes, sérum, contorno de ojos y crema.